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La paradoja del éxito.

by Anónimo on Nov.22, 2009, under


Muchos lo desean y pocos lo logran. Pero quienes triunfan en su actividad, tarde o temprano enfrentarán la llamada paradoja del éxito: las mismas características que lo llevaron a la cima pueden convertirse en un escollo cuando llegue la hora de reinventarse.

"Mientras más alto se llega, más fuerte se cae". Es un refrán que contiene sabiduría, sobre lo que puede sucederle a alguien que tiene éxito en lo que hace. Aunque también suena a amenaza velada, a envidia oculta o sencilla mala leche para quien le ha ido bien en la vida. El clásico chaqueteo.

Es que quienes saben del tema dicen que el éxito es paradojal, ya que mientras mejor le va a alguien, más posibilidades de fracaso enfrenta -por errores propios o torpedos ajenos- que van minando su camino hasta que, en un momento dado, se le hace imposible avanzar.

Por eso es necesario reinventarse, algo que la persona exitosa debiera planificar desde el momento en que alcanza la cima de su carrera. Esto es válido tanto para empresarios, científicos, deportistas, artistas y políticos. De lo contrario, la anunciada caída puede ser fatal.

EL CAMBIO ES LEY DE VIDA
Quien pregunte por la clave del éxito recibirá una avalancha de adjetivos, como inteligencia, pasión, ambición o disposición a tomar responsabilidades, escribe Dianne Jacobs, directora de la consultora "Consejería para talentos", en Australia. Pero quienes conocen en detalle la química de quienes llegan lejos en la vida, destacan en primer lugar el conocerse a sí mismo: las fortalezas, debilidades, valores y la forma en que trabaja y rinde mejor (ver recuadro).

Pese a esta constelación de virtudes, muchas veces estas personas pierden la lucidez de lo dinámica que es la realidad. Debido a que su forma de trabajar ha sido exitosa, sienten que viven en un círculo virtuoso, lo que aumenta su optimismo de que el futuro será más próspero aún. Y así, muchas veces, pierden la perspectiva.

El éxito, al igual que la vida, tiene un ciclo natural, que incluye que después del peak, comience el declinar. Para quebrar ese camino descendente, lo que se requiere es iniciar una segunda curva antes de que todo comience a empeorar o enfrente una crisis profesional. Jack Welch, ex CEO de General Electric, lo advierte: "Hay que cambiar antes de verse obligado a hacerlo". Afirmación que refleja muy bien la paradoja del éxito: cuando las cosas funcionan bien, parece que no hubiera razones para cambiar.

LOS ESCOLLOS DE LOS GANADORES
Si usted ha llegado a la cima en su profesión, en los negocios o en el deporte, y forma parte de lo que los estadounidenses llaman "A-list", enfrenta varios dilemas para replantearse su vida, precisamente por el éxito que ha experimentado. La búsqueda del poder normalmente cambia profundamente a las personas, y precisamente esas características claves que llevaron a un individuo a la cima pueden bloquearlo cuando llega la hora de cambiar.

El primer escollo es que el concepto mismo de cambio va en contra del sentido común y del instinto de quienes han triunfado. Ellos piensan que "si actúo de cierta manera y me va bien, entonces mi éxito se debe a que soy así". Y se mantienen haciendo más de lo mismo, sin considerar ni la más mínima transformación.

En segundo lugar, quienes forman parte de la "A-list" pueden ser tan buenos en su área que caigan víctimas del llamado Síndrome de los Grilletes de Oro: serán incapaces de cambiar por la posibilidad de perder todos los beneficios y estatus logrados.

Una tercera clave la resume con exactitud Bill Gates: "El éxito es un pésimo profesor, ya que seduce a la gente inteligente y la hace pensar que no puede equivocarse". Por ello, quienes triunfan deben preocuparse de sintonizar con lo que sucede a su alrededor, el llamado feedback o retroalimentación.

Esto, porque si bien son personas con altos niveles de competencia y habilidades interpersonales, muchas veces también son algo narcisistas, fluctúan entre posturas agresivas y defensivas o, por el contrario, buscan evitar los conflictos a toda costa. Lo anterior los lleva a rechazar cualquier información que no se ajusta al punto de vista propio.

Esto por tres razones: quien la emite es alguien que no es exitoso como uno; al no ser coincidente con lo que creemos lo calificamos de inexacto e, incluso, si estamos de acuerdo con la información, pensamos que es irrelevante.

CONSTRUIR CONFIANZAS
Otro talón de Aquiles de las personas que triunfan, sobre todo en ambientes muy competitivos, es que les cuesta confiar en los demás. Esto, porque durante su ascenso se han sentido muchas veces juzgados o manipulados por otros. Por esto, juegan un papel más antagónico que colaborativo, lo que puede ser el inicio de un aislamiento difícil de romper.

Pero además de saber reconocer cuándo es la hora de cambiar y no olvidarse de construir confianzas, la persona exitosa enfrenta otros riesgos, que aunque pueden ser menores, se pueden transformar en una piedra en el zapato. ¿Su dedicación completa al trabajo lo llevó a poner todos los huevos en una misma canasta y, si fracasa, quedará devastado? ¿Siente que es más difícil mantenerse en la cumbre que llegar a ella, porque tener un éxito sostenido es cada vez más díficil, toma más tiempo y le cuesta mantener el foco? Si sus respuestas son positivas, usted está viviendo la paradoja del éxito y su única vía, según los expertos, es comenzar a planear un cambio.

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